Misión
La misión de los Juegos Olímpicos Especiales de Florida es proporcionar entrenamiento deportivo durante todo el año y competencia en una variedad de deportes de tipo olímpico para personas con discapacidad intelectual que deseen participar, dándoles oportunidades continuas para desarrollar la aptitud física, demostrar valor, experimentar alegría y participar en el intercambio de regalos, habilidades y amistad con sus familias, otros atletas de las Olimpiadas Especiales y la comunidad.
El objetivo último de los Juegos Olímpicos Especiales de Florida es ayudar a las personas con discapacidad intelectual a participar como miembros productivos y respetados de la sociedad en general, ofreciéndoles una oportunidad justa para desarrollar y demostrar sus habilidades y talentos a través del entrenamiento deportivo y la competencia, y aumentar la conciencia pública de sus capacidades y necesidades.
Special Olympics Florida, Inc. es una organización benéfica 501 (c) (3).
Población atendida
Special Olympics Florida atiende a más de 60.000 atletas y ofrece entrenamiento y competencia en una variedad de deportes de equipo e individuales, con la ayuda de más de 38.000 entrenadores dedicados y voluntarios en todo el estado.
Los atletas de los Juegos Olímpicos Especiales tienen oportunidades de participar sin tener en cuenta los factores económicos, demográficos, religiosos o sociales. Ni los atletas ni los padres reciben una cuota por participar en el programa, y existen actividades para aquellos de todos los niveles de habilidad, desde los altamente funcionales hasta los más severos. Cualquier persona puede participar en los Juegos Olímpicos Especiales si cumple con los criterios de elegibilidad de tener discapacidades intelectuales o una discapacidad de desarrollo similar.
La discapacidad intelectual no discrimina. Los atletas que participan en los Juegos Olímpicos Especiales vienen de todas las edades, etnias y antecedentes económicos y sociales. Sin embargo, un número significativo de atletas viven en zonas urbanas y provienen de grupos socioeconómicos más bajos. Además, la gran mayoría de los niños en edad escolar con discapacidad intelectual que asisten a escuelas públicas reciben un almuerzo gratuito o reducido, lo que los sitúa en la población en situación de riesgo.